viernes, 29 de junio de 2007

historia de partido popular cristiano

Este resumen es una visión panorámica de la actuación política del PPC desde la época de su fundación hasta nuestros días. El activo más importante del PPC es la consistencia política y de pensamiento. Lo que nos inspira en nuestro accionar, es un conjunto de valores y pensamientos basados en la Doctrina Social Cristiana (DSC).
Período de Fundación del PPC
El Partido Popular Cristiano se funda el 18 de diciembre de 1966 cuando un grupo de fundadores de la Democracia Cristiana (DC) se separa para formar esta nueva agrupación política. La declaración constitutiva y el ideario del partido son la constancia indiscutible de la identificación ideológica con el pensamiento demócrata cristiano y fue la expresión de continuidad respecto de la línea política que dicha generación había iniciado en la década del ´50.Cornejo y Bedoya: Revolución vs. Camino Democrático.
Al interior de la DC existieron dos líneas políticas. Una estaba liderada por Héctor Cornejo Chávez que desde la campaña de 1962 sostenía que las reformas no podían tener la paciencia del camino de la democracia y planteaba hacer una revolución. Un grupo de gente más radical que lo rodeaba lo empuja hacia este camino y Cornejo termina diciendo que tomaría la opción de quebrar la democracia para acelerar el proceso social. Luego se convierte en aliado del gobierno militar y este es el concepto que lleva a la crisis del partido en 1966. La otra línea estaba liderada por Luís Bedoya Reyes que pertenecía a un sector más bien reformista y que por supuesto creía en las reformas sociales pero no por eso sostenía que se debía acelerar el proceso alterando la democracia. Todo esto es parte del mensaje socialcristiano que viene desde la generación del 900 con Víctor Andrés Belaúnde; ellos fueron los abanderados del cambio social aunque siempre con criterio integrador y no disociador.
Colectivismo vs. Libertad y Propiedad
En la DC existían dos visiones de la propiedad. Los seguidores de Cornejo tenían una visión mucho más colectivista. El gran debate del siglo XX fue la reforma agraria que posteriormente fue llevada a cabo durante el gobierno militar y que para Cornejo estuvo justificada. En cambio la visión económica social cristiana (que desde los orígenes defendía Bedoya) mantenía los principios de la libertad y de la propiedad con fines sociales.
Existían dos liderazgos políticos en pugna y esto ocurre normalmente cuando una organización no tiene la flexibilidad suficiente para dirimir los conflictos. Cuando esto sucede siempre hay la posibilidad de una ruptura. Cornejo tomó el control del partido, copó las estructuras y hubo un manejo cerrado que no daba la posibilidad de avanzar. El PPC se funda para defender los valores social cristianos que promueve el ideario del partido en 1966 y que son los mismos desde 1956. El PPC surge para ser una organización política defensora de los valores humanistas cristianos que los fundadores habían plasmado en la DC.
Período 1968 - 1980
Este es un segundo momento importante que muestra la confirmación de las líneas políticas que el partido a lo largo de su historia va a trazar. La revolución militar que derroca al presidente Belaúnde nos dejó un drama inmenso y somos herederos como generación del desastre que significó la revolución militar. Hasta hoy no terminamos de salir de ese proceso. Si se analizan las cosas que hoy se discuten casi 40 años después, es fácil darse cuenta que seguimos discutiendo los temas que surgieron planteados por la revolución militar. Por ejemplo:
La Reforma Agraria
El problema agrario en el Perú no se ha resuelto todavía y nos encontramos discutiendo cómo le devolvemos a la tierra el valor y la capacidad de generación de riqueza a la agricultura; cómo pasamos, de esta fragmentación a la que nos llevó la reforma agraria, a una agricultura más moderna. En resumen, el centro de la discusión es como dar marcha atrás desde una perspectiva distinta, para plasmar nuestro plan de gobierno del 2006. Este proceso económico ha llevado al estancamiento del agro. El pronunciamiento del PPC en 1969 frente a la ley de la reforma agraria fue válido e inobjetable. La democracia cristiana planteó la reforma agraria desde la década del 50, siendo concientes que la estructura de la propiedad en el Perú durante todo el siglo XX había generado una injusticia muy grande. Se propuso que en la costa donde éramos uno de los principales países exportadores de azúcar en el mundo las tierras no podían ser expropiadas a cambio de nada. Asimismo, se propuso realizar una reforma de la empresa para permitir que el agricultor o trabajador sea parte de todo esto para no romper la unidad productiva que consistía un centro fundamental de producción. Por otro lado también se cuestionó si era verdad que las tierras se estaban entregando al agricultor y si esta reforma agraria estaba haciendo al agricultor un verdadero propietario. Realmente lo que se estaba haciendo era imponer cooperativas y para los social cristianos las cooperativas no se imponen, tienen que nacer de la voluntad de asociarse. Si además, como decía la reforma agraria, la tierra no podía ser vendida, heredada, hipotecada ni cedida en uso, lo que se estaba haciendo realmente era eliminar la propiedad del agro y en consecuencia quitarle el valor más importante a la reforma agraria.
Reforma de la Educación
Conceptos como el nuevo hombre peruano, la conciencia colectiva del país, la introducción del pensamiento marxista comienzan a infiltrarse en todos los cursos de realidad nacional, sociología, etc., y terminan siendo un instrumento que va penetrando. Junto con la teología de la liberación van creando las condiciones para que más tarde los ideólogos de la universidad de Huamanga en Ayacucho terminen siendo inspiradores del más grande movimiento genocida que hemos vivido en el país. El PPC enfrentó la reforma de la educación diciendo que la educación primaria tenía que mejorar, pero el camino por el que nos estaban llevando no contribuía al desarrollo, prosperidad, desarrollo personal y realización del ser humano. Ese no era el camino para mejorar la educación. Asimismo, se cuestionó la ausencia de todo rol para las asociaciones de padres de familia, así como el recorte de la autonomía universitaria. Treinta y cinco años después, seguimos con un proceso educativo que no encuentra un rumbo a seguir.
Reforma Industrial
El PPC cuestionó la reforma industrial que estatizó toda la industria básica y convirtió al Estado en empresario. Antes de 1968 el Estado peruano tenía muy pocas empresas; Velasco convierte la mayor parte de actividades privadas en estatales y así surgen Minero Perú, Hierro Perú, Pesca Perú, Centromin Perú, Aeroperú, etc.. El PPC se pronunció y le dijo al gobierno que si el Estado se convertía en dueño de todas las empresas públicas, estas no tendrían futuro. No iba a tener capacidad de gerenciar y se gastarían todos los recursos. Luego de 35 años seguimos discutiendo que hacemos con las empresas que Velasco estatizó. El PPC ha sido defensor de la reforma de la empresa y es conciente que el trabajador debe participar de la propiedad y de la gestión de la empresa. Por esto el PPC criticó al gobierno que estaba creando la comunidad industrial y no le estaba dando propiedad al trabajador. Posteriormente, el gobierno creó acciones laborales y el PPC se pronunció diciendo que el gobierno había creado un orden intermedio; peor aún, las empresas llamadas de propiedad social que eran copia de un modelo Yugoslavo (en el que la propiedad es de todos y no es de nadie) no estaban haciendo nada. Asimismo, le dijo al gobierno que estaba creando un órgano colectivo que iba a ser manejado por unos dirigentes en nombre de los supuestos beneficiados. Esto ocasionaría la ineficiencia de las empresas y la quiebra de las mismas, malgastando los recursos del Estado que es dinero de todos los peruanos. Todo esto se dijo cuando se dictó la Ley General de Industrias y crearon las empresas propiedad social. Todos estos pronunciamientos fueron muy claros y con el valor adicional de que fueron dichos cuando la moda en el mundo (Europa y América Latina) era ser estatista, ser socialista. El PPC tuvo el valor de hacer entre el ´68 y el ´80 una serie de críticas hacia el gobierno y al final del mandato militar se demostró que no estábamos equivocados. El Perú vivió un retroceso inmenso como consecuencia de esas “reformas”. Asamblea Constituyente El gobierno militar convocó a un proceso destinado a elegir una Asamblea Constituyente. La convocatoria fue precedida de un dialogo con los partidos políticos y los dirigentes del PPC estuvieron presentes. La presencia del PPC en la Asamblea Constituyente fue un momento estelar y es en donde se puede ver más claramente su obra, su legado.
1. Escenario Político de la Asamblea Constituyente
Desde el punto de vista electoral el PPC obtuvo el segundo lugar y se constituyó en una fuerza decisiva y determinante. El APRA era mayoría y las izquierdas divididas fueron la tercera fuerza con el liderazgo del FOCEP (Frente de Obreros, Campesinos, Estudiantes del Perú) de Hugo Blanco. En la Asamblea Constituyente habían dos formas de hacer mayoría: nosotros con el APRA o nosotros con la izquierda. En ese entonces la izquierda le ofrece su respaldo a Bedoya para que sea el presidente de la cámara pero Bedoya tiene un gesto que lo ennoblece y no acepta la propuesta. Esta decisión se debió a que, si bien se podía alcanzar con esos votos la presidencia de la cámara, hubiera sido imposible hacer la Constitución que era el propósito para lo que se había convocado esta Asamblea y que se presentaba como el camino de salida frente a la dictadura. El escenario para Bedoya hubiera sido maravilloso por la presencia política y encumbramiento de cara a las elecciones de1980. Sin embargo; renunció a esa posibilidad. Lo que estaba haciendo la izquierda era aprovechar la situación para aparecer en escena, pero en el fondo no tenían un plan, no quisieron hacer nada y a la larga terminaron negándose a firmar la Constitución. El PPC opta por aliarse con el APRA y le dio el respaldo que necesitaba.
2. El PPC y el APRA en la Asamblea Constituyente
Haya de la Torre fue elegido presidente de la Asamblea y el Dr. Alayza Vicepresidente. Así se formó la mayoría con la que se aprueba el texto constitucional que tiene obvias transacciones. En la parte filosófica y conceptual la Constitución tiene nuestro pensamiento y muestra una visión humanista. El artículo I de la Constitución se refiere a la dignidad de la persona humana por encima de todos los valores. El capitulo I se refiere a todos los derechos fundamentales que es una tesis humanista cristiana. Pero también hay un capitulo sobre los derechos sociales que no deja dudas sobre la convergencia que existió entre la social democracia y el social cristianismo. Sin embargo, si analizamos la esencia filosófica de la Constitución, es evidente que es una Constitución que afirma el principio de la dignidad de la persona humana y la libertad. Es más social cristiana que social demócrata.
3. Visión Humanista de la Constitución
En 1978 la mitad de Europa era una dictadura y existía el Muro de Berlín que dividía el mundo en dos bloques. En los países socialistas la gente no podía cruzar las fronteras, no había libertad para hacerlo. En ese momento, una constitución que consagrara la libertad, la iniciativa privada y libre y la defensa de determinados valores significaba una gran transformación.
Era aquello que negaba toda la izquierda peruana y lo que se negaba en la mitad del mundo. Nosotros salíamos de un contexto político en donde no habían libertades y esa transformación fue obra nuestra. Hasta ese momento no se podía importar ni salir con dólares al extranjero porque había pena de cárcel. Salíamos de un sistema estatista y cerrado. En lo económico (articulo 115 de la Constitución) señalamos que la iniciativa privada era libre y que se ejercía en una Economía Social de Mercado - ESM y por supuesto este concepto no era entendido por muchos políticos. El APRA lo aceptó sin asumir sus consecuencias y los sectores más liberales decían que era una fórmula ecléctica, intermedia y ambigua.
El adjetivo “social” permitía muchos contrabandos. Hoy en día es importante reconocer, 25 años después, que gente que negó ese concepto, ahora lo interpreta a su manera, pero ya nadie lo niega. Como ejemplos tenemos a Javier Diez Canseco que defiende la ESM o a los apristas que dicen que siempre fue su fórmula. La ESM era la defensa de la iniciativa privada, con un papel promotor del Estado. Asimismo, incluía el principio de subsidiaridad para que el Estado pudiera compensar determinadas situaciones y ser un promotor del desarrollo de la empresa privada. Todo esto no existía en el Perú hasta 1978, sólo teníamos empresas públicas.
No había posibilidad de comercio exterior y no se podían importar bienes. Todo estaba absolutamente controlado y el Estado era dueño de todos los medios de comunicación. Lo que se hizo en la Constitución de 1978 fue todo lo que políticamente pudo introducirse con coraje y decisión. Fuimos inspiradores de un punto de vista importante con el que se ha avanzado hasta ahora.
Proceso electoral de 1980
Fue la mejor presentación que el partido trabajó. En el Perú del año 1980, ningún peruano podía decir que no había pasado nada durante la revolución militar. Con Luís Bedoya como candidato presidencial acompañado de Ernesto Alayza Grundy y Roberto Ramírez del Villar, el PPC se presentó a la contienda teniendo el sol como símbolo. El programa de gobierno que el PPC presentó para esa lid, constituyó el esfuerzo más orgánico que se haya realizado. Un distinguido grupo de profesionales encabezado por Felipe Cebrecos propuso una visión integral del país que aspiraba a gobernar. Como ninguna otra agrupación se trazaron lineamientos claros para revertir las fracasadas reformas del régimen militar. El PPC no tuvo en las elecciones generales el mismo éxito que en la Asamblea Constituyente. El país reivindicó a Fernando Belaúnde Terry. Sin condicionamiento alguno, el PPC respaldó al gobierno con sus seis votos en el Senado para que el gobierno contara con la mayoría que carecía en esa Cámara.
Escenario Político de 1980
El Perú de los ´80 era distinto al del ´68, ese era un dato de la realidad pero había que tomar una posición porque todos deseábamos volver a la democracia y se necesitaba llegar al poder para cambiar todo lo que había sido nefasto para el Perú. El planteamiento del PPC en 1980 fue el siguiente: La reforma agraria había dejado una tierra descapitalizada y sin valor por lo que el PPC propone cambiar las leyes, fragmentar la tierra y permitir que las Cooperativas puedan parcelarse para que vuelva a existir la propiedad privada. Asimismo, la tierra tiene que poder ser vendida, el campesino tiene que poder dejarla en herencia para sus hijos y simultáneamente había que buscar capital porque se había perdido 12 años y las tierras estaban desvalorizadas. El APRA más bien fue muy ambiguo porque tenía un esquema colectivista y la visión social demócrata coincidía con algunas de las propuestas que habían sido planteadas. El presidente Belaúnde llegó al poder con la promesa de otorgar un millón de empleos, pero no tenía ningún compromiso ideológico para cambiar todo lo que nos dejó la revolución militar. En 1980, el PPC planteó lo que debió ser la contra - reforma porque habíamos heredado un desastre, pero lamentablemente no tuvimos la fuerza para llevarla adelante. Si en el ´80 Bedoya hubiera gobernado el Perú habría ganado una década dando los pasos necesarios que luego se dieron en los ´90. A Bedoya le dijeron que quería “taiwanizar” el Perú; esto significaba por ejemplo permitir zonas francas a través de las cuales se podía traer insumos importados y producir para la exportación. Además, lo que se producía para la exportación, estaba desgravado de impuestos. Las ventajas de esta alternativa es que generaba trabajo, divisas para el país y creaba polos de desarrollo. El Perú y Corea exportaban más o menos lo mismo en la década de los ´60; en la actualidad Corea exporta 200 veces más que nosotros, ese es el nivel de diferencia.
Aportes del PPC al Gobierno de Fernando Belaúnde Terry
Entre los años ´80 y ´85 había que consolidar la democracia, aplicar la Constitución del ´79, crear instituciones y cambiar el signo de lo que había ocurrido entre el ´63 y el ´68 que fue una desgracia para la democracia. Durante el primer gobierno del presidente Belaúnde, el APRA en coalición con los odriístas realizaron un fuerte enfrentamiento contra el gobierno. La realidad es que se le abrió camino a Velasco debido a la fricción interna de varias fuerzas democráticas. En el ´80 Belaúnde gana con mayoría en Diputados y sin mayoría en el Senado pero el PPC le dio los votos para que consiga mayoría en el senado. El presidente Belaúnde dijo que su gobierno era de ancha base pero sólo el PPC participó en su gobierno. La realidad fue que la diferencia del ´63 no se trataba de alianza de gobierno y no fuimos con un programa de gobierno. Nos dieron dos ministerios que a su vez respaldaron el programa de Acción Popular (AP) y fuimos parte del gobierno. El PPC tuvo cuatro ministros en la cartera de justicia (Osterling, Elías, Buendía y Alayza) y cuatro ministros en la cartera de industrias (Rotondo, Persivale, de la Puente e Iván Herrera). Por el contexto que se vivía en ese momento el PPC tuvo como objetivo apuntalar el programa de AP y no realizó el suyo. Por un lado se estaba afianzando el sistema pero también fuimos parte del gobierno y eso no se podía ocultar.
Crítica del PPC al Gobierno de Belaúnde
Ser parte del gobierno no nos impidió fijar posiciones distintas y las dos más importantes fueron económicas. En 1981 el PPC preparó un documento sobre política económica y en 1983 sobre política agraria.
Era evidente que el presidente Belaúnde no entró a dar marcha atrás. Entró a convivir y sobre lo hecho navegaba. El gobierno tenía una concepción económica muy particular y decidieron generar empleo mediante la construcción. El presidente Belaúnde fue un propulsor de las carreteras y al construir pensaba generar más trabajo. En el fondo el esquema era crédito, para hacer obra pública, que genere más trabajo.
Tenía mucha razón porque el Perú sin carreteras no tenía destino productivo pero el problema estaba en que si eso no venía acompañado de un sistema de inversión privada real terminaríamos endeudándonos usando el dinero para obras públicas y la deuda se pagaba incrementando más deuda porque al final no se estaba generando suficientes recursos. Belaúnde no fue partidario de la inversión privada real; era más bien una persona que creía que el dinamismo de la economía se forjaba desde el Estado.
En el gobierno de AP no se privatizaron empresas, no se redujo el gasto público en nada, no se hizo ninguna transformación importante, no fue un gobierno reformista cuando lo que se esperaba era que corrigiera los efectos negativos de la revolución militar. En el PPC el dictamen que hizo Mario Polar fue luminoso. Es el primero que sustenta que 2,000 millones de dólares para mantener las empresas públicas tratando de modernizarlas no era viable y había que vender la propiedad estatal porque esto no funcionaba.
En 1981 el PPC se pronunció diciendo que habían transcurrido doce meses de gobierno y no sentíamos que hubiera voluntad de cambio ni se estaba creando condiciones para la inversión. Advirtió que entraríamos en un círculo vicioso porque nos estábamos endeudando más para hacer obra pública y no podíamos concentrar toda la energía del Estado en este rubro porque nos quedaríamos sin dinero.
En el Agro fue lo mismo y se dijo que no se encontraba en el gobierno voluntad de cambio y aunque se había producido la parcelación, no se estaba haciendo nada importante para salir de una situación deficitaria. El presidente Belaúnde creía que la forma de levantar la agricultura sobre todo la de la costa era a través de obras de irrigación (Olmos, Chira - Piura, Majes) todo con endeudamiento público y lo debía hacer el Estado. El PPC decía que el costo de estas obras públicas era muy grande y que el gobierno no las podría terminar por falta de dinero. El sueño de convertir esas tierras en irrigaciones productivas no se iba a cumplir y propusimos que en lugar de hacer estas grandes obras, debíamos hacer un esfuerzo por invertir en riego tecnificado para que, en las mismas extensiones, produzcamos más.
Nuestra tesis siempre fue la misma porque lo que necesitábamos era promover la inversión privada alguien que arriesgue para contar con capital fresco. El gobierno tenía empresas que no servían y le propusieron que las vendiera porque todavía tenían valor. Hoy en día la refinería de Petroperu en Talara no vale nada.
Elecciones Municipales de 1983
El PPC era aliado del gobierno y AP no quiso ir en una coalición. Por primera vez en ese año las izquierdas se unen y Barrantes gana la elección. Es el momento en que por primera vez la izquierda en el Perú se convierte en una opción de gobierno. El APRA marca también presencia, Alan García emerge y toma la secretaría general de su partido.
Gobierno de Alan García: 1985 - 1990 - Escenario Político de 1985
La situación económica no era demasiado grave pero el gobierno del Presidente Belaúnde cometió el gran pecado de permitir que el terrorismo comenzara a avanzar. En ese entonces, el Dr. Bedoya esperaba que la compensación por su colaboración con el gobierno de Belaúnde hubiera sido ir en una alianza con AP. Además, lo conveniente era que el espacio lo compartieran juntos ya que AP no tenia ninguna opción de ganar las elecciones. Finalmente AP y el PPC fueron separados a esa contienda electoral y AP quedó último. Ir separados ocasionó la división de nuestro voto; lo noble, lo justo y lo sensato hubiera sido ir juntos a esas elecciones. Bedoya obtuvo un 11%, AP 6%, García llegó primero con 46% y segundo quedó Barrantes. Esto fue muy importante porque nos permitió ver dónde estaba nuestro espacio político. Haber sido en el fondo identificados más bien como parte del gobierno de AP, hizo que el PPC pagara caro a pesar que sus discursos habían sido críticos a dicho gobierno. El APRA se mostraba distinto a través de una figura joven que se había ido catapultando en esos años por su enfrentamiento al gobierno de AP. El APRA se mostraba renovada y ya no era un partido sectario sino mas bien un partido abierto, convocante que gobernaba para todos los peruanos.
Gestión de Alan García entre 1985 y 1986
El APRA llega al poder después de 60 años, nunca antes había gobernado y lo hace con una figura joven que muestra ese rostro abierto del APRA, encargándose de dejar de lado la imagen tradicional y bufalesca que tenía ese partido. Desde el primer día se ve con claridad cual era su orientación económica. Se plantea lo que se ha llamado la heterodoxia económica que era lo contrario a lo ortodoxo, a lo clásico y a lo tradicional. Esta heterodoxia consistía en un impulso artificial de la economía. La tendencia anterior en la época de los militares y de Belaúnde, fue hacer de la obra pública una fuente de empleo y para hacer esto se recurría a créditos o ahorros que el país tenía. Alan García no va por ese camino y se da cuenta que tiene reservas que el gobierno anterior le había dejado, sobre todo con el último ministro de economía de AP, Guillermo Garrido Lecca que dos días antes de las elecciones subió el precio de la gasolina para evitar el déficit. En esto Belaúnde fue responsable y le deja reservas. García se da cuenta que tiene un aparato productivo que estaba ocioso y que tenía que producir una cierta reactivación y lo que hace es crear cosas artificiales a la economía. Inventa un tipo de cambio y al dólar le inventa un valor y lo llama dólar MUC que era mas barato solo porque al gobierno se le había ocurrido. Este dólar MUC le daba al inversionista o al industrial la posibilidad de comprar en el exterior y de traer insumos más baratos. También pone restricciones y define todas las cosas que no se podían importar; es claro que, mientras no se podía importar, había un mercado protegido. Asimismo, define precios fijos a una serie de servicios como luz, agua, alquileres, etc., que hasta hoy defiende. Lo que pasaba en ese entonces era que como se tenía precios fijos la gente tenía más dinero en el bolsillo; como había un mercado cerrado, el industrial podía vender y como podía producir con insumos más baratos lo hacia a menor costo. Con esto lo que García creó fueron dos años de bonanza económica. Lo negativo de este modelo es que el dinero salía de las reservas que se iban gastando porque como no se producía más debido a que no había nueva inversión, el mismo dinero daba vueltas hasta que se acabó. Cuando se acabó el dinero, García solucionó este problema emitiendo billetes que no valían nada y se produjo la inflación (metió dinero a la economía que no era resultado de la producción). En buena cuenta, inventó un modelo heterodoxo y creó una bonanza artificial.
Por otro lado dio crédito cero para la agricultura, regalo el dinero del Banco Agrario y por supuesto no fue recuperado. Las tesis heterodoxas evidentemente nos iban a conducir a una crisis muy grande. En 1986 el PPC le dijo al gobierno que las reservas se acabarían y que es lo que pasaría dentro de dos años, más aún si no se paga la deuda externa. El mensaje del PPC fue llevar al gobierno a la sensatez y a la disciplina fiscal por lo que se le dijo a García que si no producíamos no teníamos futuro. En el año ´86 nuestro mensaje estaba totalmente contra la corriente y nadie creía en esto.
Las elecciones municipales del año ´86 ocurren cuando García estaba en el esplendor del poder; 4 de cada 5 personas se definía de izquierda, aprista o comunista. En un evento partidario en Tacna Bedoya dijo que los peruanos parecíamos unos borregos mansamente entregados a esta tesis, a la que no ofrecíamos resistencia. Al interior del partido se decide lanzar la candidatura de Luís Bedoya Reyes a la Alcaldía de Lima. El propósito de la postulación era definir al electorado no aprista y comunista con el fin de preparar el camino hacía la elección del año ´90. Las candidaturas significaron un amplio espectro político. Barrantes postuló a la reelección por la izquierda y el APRA que parecía sin juego optó por una figura más bien débil lanzando al alcalde distrital de Barranco Jorge del Castillo.
La ilusión al interior del PPC era inmensa. La candidatura de Bedoya crecía y el recuerdo de su imagen de exitoso alcalde se asentaba. Las horas finales de dicho proceso fueron fatales. El presidente García rompiendo con toda regla electoral, uso su tradicional balconazo para alentar la candidatura partidaria del APRA y realizar una descarada propaganda con el fin de vender la ilusión del tren eléctrico, el cual se constituyó en la principal oferta electoral.
Contra todo pronóstico, Jorge del Castillo triunfó en la capital y el APRA impuso su presencia en el interior. La derrota de Bedoya fue un golpe muy duro porque ponía fin para siempre a las pretensiones presidenciales del más calificado líder de nuestra agrupación. En provincia, sólo triunfamos en Tacna con Tito Chocano. El problema económico del Perú estalló en 1987 cuando el gobierno se había gastado las reservas, se había dilapidado todos los recursos y la inflación era inmensa e incontrolable. Las empresas públicas que se querían defender no podían hacerlo. Petroperu vendía a la cuarta parte de lo que debía porque el precio era ficticio; si producir le costaba 100 y se vendía a 25, el 75 restante lo pagaba el gobierno y si no había dinero emitían billetes. En vista que el gobierno se quedó sin dinero, García propuso estatizar la banca en 1987. El raciocinio de García fue de esta manera: no tenemos dinero, los industriales me han traicionado porque en lugar de invertir en el Perú se están llevando el dinero al extranjero, lo único que queda es echar mano a los ahorros y controlar el crédito. Nuevamente el PPC da una cátedra cuando Felipe Osterling saliendo del Congreso dice que esa medida era inconstitucional y que no era conveniente para el país (fue un momento histórico).
El 14 de agosto de 1987 el PPC hizo una manifestación en la que se señalaba que el camino de la estatización de la Banca era negativo e inviable. Una semana más tarde (21 de agosto), Mario Vargas Llosa convocó a una manifestación en la plaza San Martín y allí surgió el que sería el proyecto político del año 1989 - 1990. Desde 1987 surge un proceso político muy importante con Mario Vargas Llosa (MVLL) y la creación del Frente Democrático (FREDEMO). El Perú estaba urgido de una opción seria y responsable. La figura de MVLL y su inmenso prestigio aparecían como anillo al dedo.
Gobierno Aprista 1988 - 1989
El deterioro de la economía era indetenible en esos años. La heterodoxia aprista y el aventurerismo en la conducción de las finanzas condujeron a una hiperinflación galopante y a una gran incertidumbre. A estos males se sumaba el aislamiento económico y el desprestigio internacional.
El país era un caos económico y social porque también el terrorismo había avanzado mucho. La impaciencia ciudadana era muy grande y la voluntad que el gobierno cayera era inmensa. (en el Estadio Nacional le gritaban al presidente de Perú : caballo loco va a caer). Con el FREDEMO surgió una gran expectativa, se forjó una alternativa para la ciudadanía y era una opción inmejorable. En medio de la propuesta liberal del FREDEMO, los aportes del PPC fueron variados en cada área. Grupos de profesionales y cientos de colaboradores trabajaron intensamente en todas las áreas del Estado para definir una sólida propuesta.
Lo que pasó entre los años ´88 y ´89 fue algo injusto. García estaba acabado y la gente no lo quería; pero a lo que se dedicó la opinión pública y política fue criticar a MVLL que se le consideraba (sin serlo) presidente del Perú en ese momento. MVLL planteaba lo que iba a hacer y por tanto le sacaba al gobierno lo que no debía hacer. El país se polarizó con esa opción porque tenía una esperanza; sin embargo, esa opción que comenzó con 40% ó 50% fue perdiendo fuerza y se fue desgastando sin ser gobierno.
A VLL se le cuestionaba el “shock” que proponía y la política de privatización que todavía no había realizado. El PPC se adhirió a esta plataforma muy rápidamente la que surgió por el entendimiento de AP, PPC y el movimiento Libertad. Junto a la propuesta y al equipo calificado, el FREDEMO contaba con un importante respaldo sectorial. Intelectuales calificados, el sector empresarial, el ejército y aún la Iglesia impulsaban la causa. El FREDEMO es una de las experiencias políticas más interesantes y pocas veces el Perú había tenido tanta coincidencia. La propia cúpula militar de las Fuerzas Armadas se replegó en el intento golpista que había sido concebido contra García. El PPC contribuyó con lealtad en este proceso y con mucho más entrega que AP. La alternativa del FREDEMO comenzó a tambalear cuando surgieron las tesis antipartidos que tienen su expresión política en las elecciones municipales de 1989.
Frente a la presencia partidista y el discurso antipartidario, el surgimiento de la opción independiente comenzó a perfilarse. El propio discurso de MVLL y su renuncia anterior en un momento de tensión habían alentado ese camino. En Lima gana la elección municipal Ricardo Belmont, una figura política nueva que pertenecía a la televisión. Belmont fue un “outsider” total, un fenómeno político importante de alguien que estaba fuera del sistema. En ese proceso Lourdes Flores Nano fue candidata a teniente alcalde con Juan Inchaustegui que era candidato a la alcaldía de Lima.
El FREDEMO ganó en 30 de los 40 distritos de la capital, pero perdimos la alcaldía de Lima y eso fue una señal de crisis y de debilidad de los partidos políticos, la cual se evidenció en un proceso de desgaste de la opción. La propuesta del FREDEMO fue muy seria pero se desgastó. Los hechos que desgastaron esta alternativa fueron: -La contra propaganda aprista que satanizó nuestra propuesta económica reordenadora, la convirtió en un terrorífico “shock”. - La exagerada publicidad de los candidatos al parlamento mostró avidez por alcanzar una curul, denotó opulencia y generó una notable distancia con el pueblo. -El discurso liberal se sintió distante y ajeno a vastos sectores populares y desde luego, ninguna central sindical respaldaba nuestra propuesta. -En general, para una parte significativa de los peruanos, el FREDEMO y MVLL comenzaron a ser algo absolutamente lejano a sus concretos intereses. -El PPC jugó a defender un conjunto de valores y a que estos tuvieran una expresión política. El FREDEMO debió emprender en los ´90 una reforma democrática que Belaúnde no había hecho y que estaba pendiente de hacerse. Lamentablemente, en las elecciones presidenciales del ´90 ganó Alberto Fujimori.
Proceso Electoral de 1990
Fujimori llega al poder porque lo respalda el APRA y la Izquierda que eran los sectores contrarios al FREDEMO. El mensaje de Fujimori fue muy sencillo y se limitó a negar la opción que Vargas Llosa (el señor Vargas como despectivamente se refirió a él en el debate de la segunda vuelta) encarnaba. En su limitado español el candidato de cambio 90´ sólo señaló que no haría el “shock”, no privatizaría, no despediría empleados públicos y no abriría la economía.
Sus dos frases de campaña fueron: Honradez, Tecnología y Trabajo (lema de la primera vuelta) y Un Presidente como Tu (lema de la segunda vuelta). Con este último lema lo que quiso decir fue yo soy un presidente como tu y no como Vargas Llosa que es extranjero, europeo etc., y no voy a hacer lo que Vargas ha dicho. En realidad fue una campaña por negación. Fujimori llega con una minoría al parlamento. No obstante el inesperado resultado de la primera vuelta, la elección parlamentaria resultó muy beneficiosa para el PPC. En la Cámara de Senadores fueron elegidos 5 representantes y por primera vez en la Cámara de Diputados alcanzaba una representación con 25 Diputados.
El resultado obtenido por Lourdes Flores fue de 85,000 votos que la colocaron en el segundo lugar de la lista y el primero entre los pepecistas. En medio del desconcierto los pepecistas brindaron su mejor esfuerzo en la segunda vuelta electoral. Pocas veces en razón de la urgencia de una reorientación se trabajó en el campo político con tanta dedicación y calidad técnica. El prestigio intelectual y el respeto internacional hacia Vargas Llosa hubieran constituido un impulso central para el programa de gobierno expuesto durante la campaña; sin embargo, el Perú se negó una extraordinaria oportunidad, cerrando la puerta del gobierno a Mario Vargas Llosa. En cuanto se conoció el resultado electoral de la segunda vuelta el PPC fijó su posición oficial: Aludimos a la reafirmación democrática de la jornada electoral (10.6.90) Señalamos la responsabilidad del APRA y las izquierdas que fueron derrotadas en la primera vuelta electoral y que posteriormente otorgaron públicamente su voto al candidato Fujimori, con el único propósito de impedir el triunfo del FREDEMO. Es decir votaron contra el FREDEMO y no a favor de Cambio 90´ y en lugar de apoyar al gobierno le dan la espalda manifestando que serían partidos de oposición.
Son en consecuencia esas fuerzas políticas las responsables de la inseguridad en que vivimos, como es también la crisis en que nos deja el gobierno saliente. Indicamos que la democracia es afirmación y no negación. Por eso ofrecimos desde el FREDEMO una alternativa posible. Precisamos nuestra posición en la oposición democrática, respetuosa, constructiva y demandamos precisiones sobre el rumbo en que se iba a conducir el país.
Gobierno de Alberto Fujimori 1990 - 1995
Apenas unos días después de iniciado el mandato, el mensaje del Primer Ministro y Ministro de Economía Juan Hurtado Miller (6.8.90) definió el curso de la economía. El país escuchó con perplejidad la orientación por la que se pensaba discurrir y el radical ajuste que se aplicaba.
El notorio viraje en la conducción económica produjo desorientación en el PPC. Para unos la actitud era condenable porque representaba el cinismo en la acción política: Llegar por cualquier lugar y hacer después lo contrario; para otros, era un muy loable gesto de rectificación y una actitud valiente y digna. Ambas posiciones tenían algo de cierto. Fujimori había actuado como un gran cínico pero acertaba en la reorientación. La actuación política y parlamentaria del PPC estuvo dominada por esa permanente dicotomía en el juicio. El PPC señaló los errores que advirtió desde el inicio y que constituían la diferencia con la propuesta del FREDEMO.
Ejemplo: La ausencia de una pronta compensación social y la falta de motor para el despegue económico. En el año ´91 hubo un movimiento distinto en las Cámaras y las acusaciones a Alan García dominaron la escena política del ´90 al ´92. Los Apristas tenían un solo objetivo que era evitar la acusación de Alan García. Con ese propósito quisieron pactar con los parlamentarios del FREDEMO y les plantearon que tomen la presidencia del senado con Osterling para que a cambio ellos tomen la presidencia en diputados con Alvarado Quiñones. La decisión del PPC fue no aceptar la propuesta porque era entregarle al APRA la Cámara de Diputados para que evitaran la acusación a García y esto también significaba sacrificar a Roberto Ramírez del Villar. Entonces se decidió jugar en paralelo; con Ramírez del Villar, se armó una coalición sin el APRA y sin Cambio 90, en cambio Felipe Osterling jugó más bien con el APRA en contra de Acurio de AP. En diputados surgió una extraordinaria fórmula que reunió a todos los grupos políticos con excepción del APRA y de Cambio 90, lo que permitió mayor libertad de actuación. Finalmente se legitimó el triunfo de Ramírez del Villar en Diputados y de Felipe Osterling en el Senado.
En el segundo semestre del ´90 y primero del ´91 los arrestos del senderismo crecieron por lo que el PPC le propuso al Gobierno que dictara las medidas necesarias que permitieran enfrentar este flagelo. En adición a los lineamientos económicos, el perfil político del Gobierno comenzó a diseñarse. Los diversos discursos del Presidente Fujimori incidieron en la crítica al sistema político y a los partidos tradicionales. La propaganda psicosocial y la utilización de maniobras distractivas a través de medios de comunicación fue un fenómeno frente al que la reacción del PPC no fue lo suficientemente rápida y efectiva.
Los cambios en la cúpula de las Fuerzas Armadas se produjeron el mismo 28 de Julio y las señales de poder de un núcleo concentrado con el Servicio del Inteligencia Nacional (SIN) comenzaron a evidenciarse. No se tuvo la suficiente perspicacia para advertir el proyecto que se estaba configurando y en el fondo, se creía que el gobernante que había llegado sin partido era un paso fugaz por la política peruana y que la verdadera tarea era preparar la sucesión. Existió un proceso político mucho más serio, ya no era un tema de los partidos sino que había, evidentemente, un proyecto militar. La situación caótica del país y el terrorismo hicieron que las Fuerzas Armadas le plantearan a Fujimori un ultimátum: o las fuerzas democráticas se alinean o tienes la responsabilidad de buscar otro camino. Una vez más el camino autoritario se abrió paso y para el PPC el golpe fue frustrante e injusto. Después del golpe del 5 de abril de 1992 existió un debate interno muy importante en el PPC. Fujimori fue forzado a ir a elecciones y ese llamado generó las primeras discrepancias internas en el PPC. Dentro de las fuerzas parlamentarias hubieron dos opciones políticas contrastantes. Un sector del partido (Alberto Borea, Roberto Ramírez del Villar y Felipe Osterling, etc.) decía que de ninguna manera el PPC podía comprometerse a participar en ese proceso electoral porque se convertiría en un aval de la dictadura. Otro sector, encabezado por el propio Dr. Bedoya (apoyado por Antero Flores y Lourdes Flores Nano), decidió participar en las elecciones en vista que la Comunidad Internacional, había forzado a Fujimori a la convocatoria de un Congreso Constituyente.
Este fue un momento muy difícil porque al interior del partido estaban clarísimas las posiciones y comenzó una diáspora; unos renunciaron porque acusaban al PPC de estar perturbando al Gobierno y de no comprender que el país necesitaba ésta mano dura. Otros decían que el PPC había tomado una decisión equivocada porque había entregado el partido a la dictadura. Finalmente, triunfó la tesis de la participación en el Congreso Constituyente. La tensión fue inmensa en el partido y el PPC procuró ser una voz vigilante de la democracia en el Congreso Constituyente de 1993 (dentro de los límites que ese espacio representaba). Había una fuerza social colectiva inmensa a favor de Fujimori, el humor nacional y el sentimiento del pueblo estaba en contra de los partidos y no a favor de un discurso democrático. Querían que se controle la situación con mayor énfasis después de la captura de Abimael Guzmán (12.7.92).
Proceso Electoral de 1995
Surge Javier Pérez de Cuellar como la figura más importante de la oposición. Aparece también Toledo, quien no tenía inscripción y Pepe Barba que tenía partido inscrito le resuelve el problema creándose el CODE - País Posible. El Gobierno calcula que Toledo le puede quitar votos a Pérez de Cuellar, entonces se esfuerza por levantar su candidatura y le preparan programas de televisión. Sin embargo, en el ´95 no había nada que hacer en el Perú porque Fujimori tenía una aceptación muy fuerte y el país le brindó su respaldo mayoritario a través del voto . La reelección de Fujimori constituyó la legitimación del proyecto autoritario de mediano plazo en que su eje esencial es la modernización basada en la libertad económica y control político.
Gobierno de Fujimori 1995 - 2000
Producida la segunda reelección de Fujimori, lo más importante fue la destrucción formal de la democracia. La reelección de abril brindó al Gobierno el aire para aprobar en el Congreso una Ley de amnistía que consagró la impunidad en actos lesivos a los derechos humanos cometidos por miembros de la Fuerzas Armadas. La amnistía constituyó la concesión requerida por la cúpula militar. Entre 1996 y 2000 el régimen construyó la base institucional para una nueva e inconstitucional postulación, los pasos fueron: -La norma de interpretación auténtica del texto constitucional sosteniendo que existía habilitación legal para una nueva postulación, pues el período ´95 - 2000 constituía el primero de los dos admitidos constitucionalmente.
-Ante la posición de los miembros del Tribunal Constitucional se construyó un absurdo proceso de acusación que terminó en la defenestración de los magistrados que cuestionaron la inconstitucionalidad de la denominada Ley de Interpretación Auténtica.
-El copamiento del Jurado Nacional de Elecciones, equiparando los derechos de elección de vocales supremos titulares y suplentes y modificando el régimen de votación del órgano electoral. -La grosera frustración del referéndum que más de un millón cuatrocientos mil personas solicitaron. Para dicho atropello se evidenció el copamiento de la denominada Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), la variación de una previa decisión del Jurado Nacional de Elecciones y el control parlamentario sobre un derecho constitucional presentado como uno de los grandes aportes de la reforma fujimorista. -Se desarrolló la estrategia para silenciar la televisión abierta. Ejemplo, el caso de Frecuencia Latina (canal de mayor arraigo en los sectores populares) en el que el copamiento fue absoluto al privar de su nacionalidad al propietario y actuar de modo descarado, a través de los accionistas que asumieron el control. Luego de todos estos pasos el fujimorismo impuso la candidatura y desarrolló una campaña absolutamente inequitativa.
Los pepecistas mostraron una posición principista contra la inconstitucional nueva postulación. El caso del referéndum fue un caso notorio y Lourdes Flores fue una de las promotoras que impulsó este esfuerzo multipartidario. Dos hechos adicionales marcaron la agenda política:
a) La crisis de los rehenes de la Embajada de Japón y la exitosa intervención militar. b) La firma del acuerdo de paz con el Ecuador.
Durante estos años, ningún partido político tuvo la fuerza para hacer más que lo realizado por el PPC, fue un partido consecuente con sus ideas, defendió la necesidad democrática y participó en todos los procesos que hacía falta.
Proceso Electoral del 2000 El PPC no tenía inscripción en el año 2000. Se presentaron 500,000 firmas y nos tacharon 450,000. No podíamos ir a las elecciones del 2000 como PPC. Algunas personas tales como Antero Flores Araoz, postularon en la lista de Toledo, Enma Vargas en la lista de Solidaridad, etc. En el año 2000 el PPC no tuvo una presencia activa, únicamente Javier Bedoya y Antero Flores llegaro

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